1. Juego al golf porque me gusta divertirme, compartir con mis amigos y por que me está empezando a apasionar este deporte, pero para nada lo hago porque quiero ganar siempre, por un trofeo, para bajar de handicap o para que digan que soy el mejor.

2. No me gusta hacer muchos golpes, pero es parte del juego y uno de los resultados posibles. Me pone triste, pero se me pasa bastante rápido, aunque si te veo mal a ti, o con mala cara, me duele mucho más, y siento que he fallado… y yo solamente estaba jugando.

3. Siempre intento jugar lo mejor posible, y muchas veces no me sale lo que quisiera hacer, pero quiero volver a intentarlo, aunque si me gritas o te descontrolas, se me hace imposible porque me pongo más nervioso.

5. Me gustan los entrenamientos y los campeonatos, y aunque no participe muy a menudo en ellos, estoy muy bien igual, pero algo me confunde: el primer día que me llevaste con el Profesor le dijiste que era para que yo practicara algún deporte. Nunca escuché que si no hacía pocos golpes en cada campeonato me quitarías del golf. Mantén tu palabra.

6. Juego por mí, para mí y me encanta que vengas a verme, aunque no que te pongas nervioso, triste o enfadado… y si por mi culpa te pones así, prefiero no jugar y dejar de hacerte sufrir.

7. Aprendo mucho de lo que dices, pero mucho más de lo que haces, porque eres mi ejemplo y quiero ser como tú cuando crezca.

8. Déjame que me equivoque, falle, pierda sin dramas, respete a mis compañeros y que sea un niño feliz.

9. Gracias por estar siempre que te necesito, pero en los campeonatos, como en algunas situaciones de la vida, estaré solo para resolver los problemas, y necesito aprender a hacerlo con tu comprensión, afecto, amor y aliento… y no con tu intromisión, gritos o enfados.

10. Y cuando yo sea padre, me gustaría que me recordaras estos diez puntos, por si un día se me olvidan. Te quiero. '